9 de marzo de 2008

Sabías que estaban hambrientos

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El líquido de la taza iba desapareciendo revelando una serie de  negrasb8269f4d799f2bea figuras en las borras del café, vestigios de la oscuridad de tu alma. Una vieja bruja que conociste en alguno de tus viajes por alguno de aquellos países que visitaste, te enseñó una vez a leer el destino. Acercaste tus ojos al pozo de la taza, y pronto, las figuras de tu habitación se desgajaron. Poco a poco te fuiste hundiendo en las imágenes que trasmitía el agua dulce y negra sobre la superficie blanca, como en una película muda. Te sumergiste entonces en una marea negra que se agitaba furiosa en el objeto de vidrio, dejando a su paso cientos de tripulantes que desbarrancaron de un barco velero en medio de una gran tormenta. Los gritos de horror se dispersaron desde la cabina del capitán, cada vez más fuertes, pidiendo ayuda. Pero estaban solos en la oscuridad desnuda que se abalanzaba sobre ellos, sedienta de carne y de huesos, en su soledad más frágil.



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Fragmento de "La Jaula"



2 comentarios:

Escolopendra Poesía dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Escolopendra Poesía dijo...

ese historia cada vez me sorprende más... el poder descriptivo, el todo :O

te amo pequeña!!

anoche me hiciste muchisisima falta :(

necesitaba tu ultimo beso antes de dormir...